Noche de fiesta
Viernes por la tarde: salgo del trabajo, llego a casa, me ducho, me visto y me marcho a la taberna irlandesa (aunque el dueño sea de Cuenca) donde he quedado. Aún está vacía, es temprano. Me bebo una cerveza mientras espero a mis amigos. Muy a mi pesar, el camarero intenta entablar conversación.